lunes, 29 de octubre de 2007

DURANTE EL CAMINO

Jartón de percebes (no preguntar por la factura)
Santiago de Compostela




































































Esta es una de las mejores experiencias que he tenido después de haber pasado de los treinta.
Empezamos en Burgos ( mi cuñao Paco y yo Clodo )sin pensar en la jartá de km. que nos quedaban, los primeros eran fáciles porque los cogimos con ganas (89 km), conocimos a unos sevillanos estupendos con los cuales nos encontramos en todos lados. Llegamos a Carrión de Los Condes y a buscar alojamiento normalito, a la hora de estar allí lo encontramos, ducharse, ver el pueblo, hartarse de cenar, digo cenar porque llegamos a las 20,00 horas, y a dormir que al día siguiente tenemos otros 90 km., de Carrión a León.
Salimos de Carrión con lluvia y mucho frío, unos 5º, pero nada cono el pedaleo para quitárselo. Una de las cosas malas del viaje es que no había ni una simple tostada con aceite para desayunar, bueno continuando con la aventura tuvimos el aire en contra toda la etapa que fue muy pesada, llegamos a León a las 22:00 horas y buscar sitio para dormir. No voy a contar mucho de esta etapa porque el camino es bastante feo hasta que llegas a la ciudad (muy bonita).
A partir de la siguiente etapa empieza la parte mas dura del viaje pero la mas bonita, de León a Ponferrada pasando por la Cruz de Ferro para dejar la piedra que hemos transportado todo el viaje desde Lucena. Seguimos el camino hasta Cacabelos para hacer noche en el Hostal La Gallega que está fenomenal, cenamos en el restaurante El Apostol (de primera) y a dormir que al día siguiente nos esperaban otros tantos km. hasta Sarria. Nos hacía mucha ilusión porque pasábamos de Castilla a Galicia que es una de las zonas más duras del camino. Casi 4 horas subiendo hasta Pedrafita do Cebreiro donde se cree que está el Santo Grial de Jesucristo, un pueblo que merece la pena ver, llegamos, fotografiámos, comimos, siesta en una valla de piedra y a seguir que estàmos cerca de nuestro destino.
De Sarria a Arzúa pasando por un montón de pueblecitos que sólo tenían de 3 hasta 30 habitantes, verdaderas maravillas como un castaño de miles de años del cual nos contó la historia un vejete muy simpático comiéndose un cuzcurro de pan entre palabra y palabra.
Nos levantámos en Arzúa con ganas de llegar ya, quedában 38 km. que se hacían cada vez más largos, cincidímos muchos peregrinos de los que nos estuvímos viendo durante todo el camino.
Divisamos el Monte do Gozo y la alegria ya no se podía contener, paramos a echar las típicas fotos y corriendo hasta la Catedral a ver al Apostol.